martes, 13 de abril de 2010

Como cuesta fingir estar bien... (I Parte)

Impávidos amaneceres sin nada ya que hacer ¿Para qué esforzarme? si al final de cuentas ¿Qué saco con mover mi cuerpo ante cualquier cosa, por mínima que sea?, Pienso mientras miro como la claridad de la gélida y absurda mañana intenta colarse para intentar alegrar mi mañana. Suspiro volteando hacia la pared, dandole la espalda a la claridad. A mi animo.

 Quizá, si hubiese sido más inteligente y hubiera aprovechado cuando ella me miraba. Esos momentos en que, en un abrazo fuerte podía sonreirle con total sinceridad... pero mirenme ahora. Hastiado, desinteresado, aburrido. Dicen que actuo con total indiferencia y yo me pregunto ¿Qué saben ellos? ¿Con qué derecho se creen para juzgar mis acciones?. Doy un suspiro pesado para sentarme con desgano en la cama, no quiero saber más de eso, estoy cansado de lo mismo.

Si hubiera sido más inteligente, si hubiera sido más inteligente, ¡Por Dios si hubiera sido más inteligente!. Pateo ropa acumulada en el piso, quizá hace cuanto que está ahí y yo sin siquiera percatarlo, quizá hace cuanto tiempo estoy encerrado en estas paredes, ¿Cuánto tiempo podré... seguir así?