sábado, 13 de noviembre de 2010

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Cada vez me voy dando cuenta de que esas personas me van decepcionando cada vez más con su accionar y sus palabras. ¿Y yo qué hago?, decepcionarme en silencio para esperar. Esperar como un cuervo la carroña o que el animal herido muera, para alimentarse de él sin necesidad alguna de hacer el mínimo esfuerzo.


A menudo me pregunto qué será lo que en esas ilusas cabezas piensan de sí mismas y de lo que opino al respecto...supongo que más de algún reproche se darán mentalmente, pero como es típico del humano, vuelve a cometer la misma idiotez que cometió desde un principio...si es que no aprendió la lección con un golpe fuerte. Aunque la verdad, yo creo que eso es una patraña absoluta.


Como un ser muy querido mio me dice y recalca siempre con su voz de viejo sabio: "El ser humano es el único animal que tropieza más de dos veces con la misma piedra... por muy 'racional' que pueda ser, no deja de ser un idiota". Y ciertamente, estoy de acuerdo con esa persona y comparto su visión en una amplia mayoría.

Hay cosas de las que no puedo olvidar con la habilidad que me dediqué a desarrollar en mi infancia, por mucho que intente no puedo olvidar a las personas que, de alguna u otra forma me decepcionaron con alguna cosa...al igual que yo a ellas o a mi mismo ser. Sin duda, por ahora la decepción forma parte de mi vida y parte de la vida de los demás, decepcionar/ser decepcionado, se mezcla en cada una de ellas y cada uno decide, al final y al cabo si correríamos el riesgo de volver a tropezar con la misma piedra.

Y tú, ¿Cuántas veces haz decepcionado y te haz decepcionado?... al menos yo, sé que perdí la cuenta, porque jamás llevé una.